Escucha.
¿Es el silencio? ¿cómo podremos saberlo?
No podemos seguir pintando en la oscuridad, pero dejar los pinceles ahora sería una cobardía.
Podríamos buscar un poco de luz aunque no sepamos dónde hallarla.
Te propongo caminar.
No puedo decirte hacia dónde, ni qué habrá en el camino, pero tampoco es necesario saberlo.
Me
dices que tienes miedo, que necesitas mapas para poder moverte, que una
vez tropezaste (o mil) y que no quieres que vuelva a pasar.
No voy a darte razones. Te propongo caminar.
Bebiste
agua de una fuente que parecía cristalina y te enfermó. Ahora ya no
quieres beber y te estás haciendo daño. Sabes que nadie va a poder
ayudarte si no vuelves a confiar, pero prefieres deshidratarte antes que
arriesgarte.
Cada vez cierras los ojos con más fuerza y te tapas
los oídos para no escuchar. Si dejaras de creer que no te comprenden,
tal vez dejarías de dañar a los demás. Estás lanzando golpes contra
aquellos que quieren acercarse sólo porque no puedes ver que ellos
también están heridos.
Hace tiempo, cuando todavía sonreías,
dibujaste un círculo en una hoja de papel y te dijiste "esto es el
mundo". A los golpes fuiste descubriendo tu error pero aún hoy te niegas
a aceptarlo.
Nos hablaron de colores y nos dieron instrucciones
para usarlos, pero nunca nos dejaron combinarlos para buscar nuevas
tonalidades. Tal vez sea hora de abrir la ventana y buscar afuera los
que queremos usar.
Tal vez sólo debamos observar un poco más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario