miércoles, 23 de julio de 2014

XXI

La dulzura en tu manera de hablar, tus manos pequeñas y tu sonrisa. Tu manera de vestir.
Tu nombre, que engañosamente me hace sentir que sé algo sobre vos.
Estas cosas son las pocas que conozco.
Pero te veo de la misma manera que veo la primera claridad del día.

Contemplo lo que aún desconozco como un viajero que no lleva un mapa consigo y se deja sorprender a cada momento.
No quiero dibujar tu cara en mi pared ni asociar ideas para deducir cómo sos.
No voy a compararte ni a clasificarte.

Quiero descubrir sin preconceptos tu verdadera naturaleza.
Que podamos pasar algún tiempo compartiendo la simpleza de existir en el mismo momento y en el mismo lugar.
Quiero encontrar excusas para hacer conversación y poder soltar las palabras que te hagan sonreír. Contarte mis gustos, mis ideas y mi manera de sentir las cosas.

Hacerte escuchar una canción que nunca hayas oído y hablarte de algo que tengamos en común.

Aún no te conozco.
Sé que si lo hago puedo llegar a necesitar verte y a darme cuenta de que cuando estoy en silencio tu nombre no deja de dar vueltas en mi cabeza.

Mientras tanto, me encuentro a mí mismo diciendo, como el zorro al principito: "por favor, domestícame".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario